¿Cuánto vale en realidad un pelotero cubano?

Dayán Viciedo.

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• POR FERNANDO VILA

ESPECIAL PARA EL NUEVO HERALD

Soy de la opinión de que la pelota cubana ha decaído en las últimas dos décadas. Son muchas las razones que se pueden exponer para apoyar este argumento. Aislamiento casi total hacia el mejor béisbol, la situación económica y política de la isla le han pasado factura a una Serie Nacional y a unos peloteros que apenas tienen incentivos para perfeccionar sus carreras y eso, atrasa el deporte.

Por otra parte, los resultados en los últimos torneos internacionales no han sido los mejores para la selección nacional y el equipo Cuba ha mostrado peloteros que no se pueden comparar en calidad con los de décadas anteriores.

Pero en la otra mano tenemos una realidad que es al igual visible: el valor que tienen en el mercado los peloteros cubanos que están escapando de la isla. El dinero que las organizaciones de Grandes Ligas están pagando por los jugadores jóvenes que escapan le levanta las cejas al más pasivo de los conocedores de este deporte.

Si nos ponemos a analizar lo que se ha pagado por Dayán Viciedo, contratado por los Medias Blancas de Chicago por $10 millones y cuatro años, o lo que los Medias Rojas de Boston le ofrecieron a José Iglesias ($8,2 millones) tenemos que llegar a la conclusión que, pese a todo los problemas, el talento del pelotero cubano sigue estando ahí. Sólo necesitan la oportunidad de desarrollarse.

El hecho que los equipos paguen esta millonada a peloteros que no han pisado un terreno en Estados Unidos y muchos de ellos no son más que prospectos que necesitan mejorar ciertos aspectos técnicos, puede poner a pensar a cualquiera.

Algunos pensarán que los buscadores de talento se equivocan, de eso no hay dudas, son seres humanos. Pero, tampoco tengo dudas de que no se equivocan a propósito o de mala fe, cuando le dan esa cantidad de dinero a un pelotero es porque le ven el talento para triunfar en esta pelota.

Parece ser cierto que pese a todo siguen habiendo jugadores cubanos de calidad dignos de ser tomados en cuenta por los equipos de Grandes Ligas.