POR JORGE EBRO
EL NUEVO HERALD
Desde que firmara con la entidad Athletes Premier Internacional (API) poco se ha sabido de Aroldis Chapman, quien supuestamente aún se encuentra en España en espera de alcanzar un tercer país para establecer residencia legal.
Pero esta espera desespera a personas relacionadas con las Grandes Ligas y la representación de peloteros que temen complicaciones en el caso del preciado prospecto cubano, especialmente tras varias declaraciones de su agente, Edwin Leonel Mejía, al diario The New York Post.
"Actualmente, estamos atravesando el proceso de establecer residencia para Aroldis fuera de los Estados Unidos para que pueda declararse agente [libre]'', comentó Mejía. ‘‘Una vez que hayamos completado el proceso necesario, abriremos las discusiones de Aroldis con cualquier club que esté interesado en procurar su talento''.
Sin embargo, expertos en el tema pusieron en duda la capacidad y recursos de Mejía para llevar a cabo este tipo de negociación con la Asociación de Peloteros y la Oficina del Comisionado de las Mayores.
Los casos de peloteros cubanos que piden agencia libre son revisados al detalle por los organismos rectores de las Grandes Ligas, porque involucra a la Oficina del Tesoro para asegurar que no se ha violado el embargo.
El permiso de esta entidad es vital para dar inicio a cualquier negociación en el béisbol.
Pero ese no sería el obstáculo proncipal.
"Si el señor Mejía no tiene la certificación como agente en las oficinas del sindicato de peloteros y en la del Comisionado, entonces no podrá negociar un acuerdo de Grandes Ligas con ningún equipo'', expresó un alto dirigente del sistema de cazatalentos en la Liga Americana. "El equipo para el que trabajo está muy interesado en firmarlo, pero tiene que hacerse como dice la regla''.
La regla no es otra cosa que el Pacto Laboral que rige entre el sindicato y la gran carpa en todo lo concerniente desde los salarios de los jugadores, la forma de desenvolverse en los estadios, hasta la agencia libre.
Una llamada de El Nuevo Herald a la sede de la Asociación de Jugadores comprobó que el señor Mejía no aparecía registrado en el listado de agentes autorizados a negociar contratos de Ligas Mayores.
"No es por demeritar a Mejía, pero él tiene que saber muy bien lo que se trae entre manos con Chapman'', expresó un agente que sigue de cerca todo el proceso. "El hecho de establecer residencia en un tercer país, ya es de por sí, complicado. Y lo que viene luego en términos de documentación tampoco es coser y cantar''.
Según estimados de varios agentes consultados, un proceso normal para un cubano -desde que establece residencia- tardaría entre seis meses y un año, pero en el caso de un talento como el de Chapman podría acelerarse un poco más.
Por otra parte, el propio Mejía reveló que Chapman está en posesión de su pasaporte - a los peloteros suelen quitárselos los responsables de las delegaciones- y eso podría apurar su caso.
Cuando los Angelinios firmaron a Kendry Morales en el 2004, su debut en Ligas Menores se demoró un año debido a las dificultades para establecer residencia en República Dominicana y recibir un pasaporte.
Aunque varios analistas afirman que el contrato del holguinero podría rondar los $60 millones, otros indican que sería igual o ligeramente menor al del japonés Daisuke Matsuzaka, por quien Boston pagó $51 millones por el derecho a negociar en exclusiva más otros $52 millones en salario.
Si el nipón estaba listo para integrarse a los Medias Rojas desde el primer día, el antillano estaría necesitado de algún pulimiento en Doblo o Triple A para redondear un paquete de calidad realmente impresionante.
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